miércoles, 22 de febrero de 2012

Enriquece tu día

Cada día es una reencarnación simbólica para nosotros, en el círculo de las luchas
purificadoras de la Tierra.
No te olvides de semejante verdad, si deseas realmente preparar el corazón para la
vida imperecedera.
No desperdicies la riqueza de los minutos en la indiferencia, en la terquedad, en el
aislamiento o en la inercia.
Cada vez que el sol reaparece en el horizonte, es posible mejorar el patrón de nuestro
propio entendimiento con los familiares, auxiliar al prójimo con más seguridad,
amparar la naturaleza con más alta comprensión.
Hoy es nueva oportunidad a fin de renovarnos, cuanto sea posible, para el infinito Bien.
Planta un árbol amigo y, más tarde le recogerás el tesoro de bendiciones.
Acepta al adversario de ayer, ofreciéndole simpatía y, en un futuro próximo, tendrás
un hermano comprensivo y devoto.
Utiliza, con provecho, el centavo de que disponemos, auxiliando al necesitado
y, mañana, entrarás en la posesión de valores inesperados de la amistad y de la alegría.
Sonríe con bondad y coopera, con más diligencia, en tu paisaje de servicio habitual,
en los instantes de "ahora" y encontrarás compañeros, ricos de concurso fraternal en
los días que vendrán.
Las más bellas figuras geométricas comienzan en un punto simple.
Las más conmovedoras sinfonías son iniciadas en pequeñas notas, aparentemente sin
significación.
Si pretendes un lugar en el banquete de la ciencia y de la fraternidad, del amor y de la
sabiduría, comienza a estudiar y a servir, a comprender y a disculpar, a mentalizar el
bien y a sublimar tu propio corazón, desde hoy.

Libro: Nacer & Renacer - Francisco C. Xavier / Emmanuel