La reencarnación es una dádiva de Dios para el proceso de la evolución espiritual del ser.
Cuando está libre de la cárcel carnal, el Espíritu anhela ascender y se empeña hasta el sacrificio con el fin de alcanzar la meta superior.
Sin embargo, inmerso en el cuerpo físico, generalmente se le borran los recuerdos de los compromisos asumidos y disminuye la intensidad de sus aspiraciones ennoblecedoras.
Cuando surgen las dificultades naturales, también se presentan las reclamaciones injustificadas.
Recordar a Jesús es la manera eficaz de superar el desánimo y la rebeldía.
Deja que su psiquismo te vitalice, que aumente tu interés por la lucha y te fortalezca en todos los momentos.
Sintonizando con Él superarás todos los problemas que te perturben y las dificultades que te desafíen.
Nunca te permitas dudar del auxilio divino. No obstante, cálmate y elévate mediante la oración, evita las reclamaciones y actúa con serenidad, porque toda conquista es el resultado del esfuerzo y del trabajo bien encaminado.
Reclamar es perder el tiempo.
Ábrete al bien y ten paciencia.
Libro: Despierte y Sea Feliz - Divaldo P. Franco
por el Espíritu Joanna de Ângelis